martes, 29 de marzo de 2011

24 de marzo 2011 - Memoria, Verdad y Justicia

El lunes 28 de marzo 
se recordó en la escuela
 un nuevo aniversario del 
golpe de estado cívico-militar 
llevado a cabo en el año 1976 en Argentina

Asistió Victoria Montenegro, nieta recuperada, que nos relató su historia de vida.

Los alumnos, y también docentes, fueron escuchando cada vez más atentos y tuvieron oportunidad de hacerle preguntas sobre su relación actual con la familia apropiadora, con su familia real, la recuperación de su identidad, el examen de ADN, sus hijos y muchas otras cuestiones personales.

Victoria fue invitada por la ex-alumna Eliana Paredes y dos alumnos de 4º año tomaron fotos y filmaron el evento.
Gracias Victoria por brindarnos tu tiempo y el relato.
Una experiencia de aprendizaje riquísima y a la vez conmovedora.
Acto a cargo del Departamento de Sociales.

Camila se encuentra con Camila

 INTERESANTE CUENTO ESCRITO POR 
UNA ALUMNA DE 3º 2ª EN 2010
La propuesta fue pensar en un encuentro con uno mismo, con el propio yo, pero con una edad diferente, para fantasear expectativas en una proyección del propio futuro. 

Mi otro yo

Todo empezó aquella vez, la vez que decidí regresar en tren en lugar de colectivo. Yo estaba ahí esperando, cuando vi una persona sentada en el banco de la estación, en frente, y le grité: ¡¡¡Hola!!! Ella, asombrada, se levantó y se fue, pero de repente la veo caminando hacia mí, tendría unos 15 o 16 años. 
Ella se acercó, me saludó y me preguntó:
-¿Quién sos?... ¿por qué me saludaste?
Yo le respondí:
-Me llamo Camila, no sé porqué te saludé, no sé qué me impulsó a hacerlo.
En realidad sí sabía, pero no quería decir nada hasta estar segura; ella estaba confundida, tratando de recordar quién era, entonces le pregunté:
-¿Y vos… cómo te llamás?
-Igual que vos: Camila… ¿Qué coincidencia, no? –respondió.
-Sí, una gran coincidencia- dije pensativa.
-Bueno, me tengo que ir-dijo de repente.
Pero algo en su rostro me hizo tener la certeza de que era yo en el pasado. En ese instante, la llamé por su apellido para ver si era cierto lo que yo pensaba… para mi sorpresa ella se volteó y se acercó nuevamente hacia mí y me preguntó:
-¿Cómo sabés mi apellido?
-Es el mío también,…vos sos yo en mi adolescencia -le dije.
Ella creyó que la cargaba y quiso irse; en ese momento la retuve y le dije:
-Puedo probarte lo que te estoy diciendo.
-Está bien, intentalo -me dijo.
-Mirá mis lunares (señalándolos), son idénticos a los que vos tenés, somos la misma persona, pero en diferente época -la dije.
Ella no podía creer lo que estaba viendo y viviendo; al instante se desmayó… Cuando despertó, me preguntó alterada:
-¿En dónde estoy? ¿Qué hora es? ¿Qué me pasó?
-Estás en la estación, son las 5 pm., y te desmayaste -le contesté.
-Tuve un sueño horrible y muy confuso, soñé que vos eras yo en el futuro - me contó.
-No era un sueño, es la verdad, soy vos en el futuro…Pero esperá no te asustes, no te voy a hacer nada.
Ella empezó a comprender todo y surgió su interés en saber su historia. Comenzó a preguntar sobre la familia:
-¿Cómo están Mica, Nico y mamá?
-Mica ya se recibió y está trabajando, Nico estudia y da clases de capoeira y mamá terminó de estudiar enfermería y la secundaria.-le contesté.
-¡¡¡Qué orgullo de familia!!!...¿Qué decidimos estudiar al final?
-Fue como lo planeamos, estamos estudiando medicina.
-¿Y con las chicas de la secu nos seguimos viendo… cómo están?
-Bueno, yo te cuento pero no te pongas mal… a Niki la viste 3 años más después de la secundaria, pero después se dejaron de ver y a las otras chicas no las viste nunca más… pero empezaste a tener nuevas amigas.
-Aaah… bueno- me dijo desilusionada.
-No te pongas así… ¿no querés saber otra cosa?
-Está bien, entonces… ya sé, ¿como está Guayra y los Cobis?
En ese momento, me puse a llorar, ella me miró sorprendida y me preguntó:
-¿Qué te pasa?
-Nada, es que es triste, Guayra se murió hace 8 meses y los Cobis, ya sabés, no viven mucho tiempo.

Ella se puso a llorar, no lo podía creer, no lo podía aceptar… y como no la quería ver así, la calmé y le conté otras cosas. Con todo lo que hablamos, ya eran las 21 pm., ella tenía que irse, así que me propuso encontrarnos nuevamente; al otro día nos volvimos a
ver, y me siguió preguntando cosas, tratando de entender todo, al final del día me pidió volvernos a ver, yo acepté.
Al día siguiente llegó muy seria y pensativa, entonces le pregunté:
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
-Estoy bien, pero ya es suficiente, no quiero saber más lo que me va a pasar, va a ser muy predecible toda mi vida- me dijo en tono muy serio.
Terminó de hablar y salió corriendo, yo estaba atontada y no la perseguí, entonces se puede decir que ese fue el adiós… De repente me empecé a sentir mal y me desmayé o eso creo, porque cuando desperté estaba en mi habitación, no entendía nada.
Finalmente, decidí ir al baño a lavarme la cara, y cuando me miré al espejo no tenía 26, sino 16. Todo fue un sueño, pensé, al principio no estaba convencida, pero al cabo de unos minutos deduje que la chica 10 años mayor fue un sueño y todo lo que me dijo era sólo lo que yo quería escuchar… En un instante sentí una desilusión, pero después pensé que quizá algunas cosas se cumplan y algunas no.
Al cabo de unas semanas me empecé a olvidar, aunque debo decir que sólo una vez me cruzó por la cabeza pasar por la estación, pero para mi mala suerte ese día estaba muy ocupada, y no fui…Después nunca más se me ocurrió, ni tampoco recordé ese sueño tan confuso.
Camila


Material facilitado por el Profesor Mario Moral